VIDA
No eres, Vida, monstruo
unidireccional, corredor frío hacia la muerte, ruleta rusa con cargador
monobala, precipicio sin airbag. Hoy no te veo, Vida, con el semblante aterrado
y sumiso del súbdito con que otras veces te miro. Ayer, Vida, me mostraste mi no
cara, mi no cuerpo, mi no yo, la degeneración que hubiera supuesto seguir por
aquel camino, con aquel siniestro acompañante, con aquella succión cardíaca,
con aquel triturador de decisiones, con él. Fuiste ayer espejo de feria que
pusiste ante mi cara el deforme reflejo por el que me encaminé. Seguro, hoy, de
nuevo, me reafirmo, confirmo, aseguro que ésta sí es mi vida, éste sí soy,
éstas sí son mis decisiones. Hoy, de nuevo, miro al cielo y ya no veo el frío
destello de la guillotina. Hoy miro al cielo y sólo veo cielo. Hoy miro al mar
y sólo veo mar. Hoy miro la hierba y sólo veo frescor. Las ascuas de la
destrucción se consumieron. Las heridas, costó, pero se cerraron. Mañana, y
cada vez que mi memoria revele nuevamente la imagen que ayer retrató, afirmaré,
Vida, que no eres precipicio monobala, ruleta rusa hacia la muerte, corredor
unidireccional, monstruo sin airbag.
No hay comentarios:
Publicar un comentario